Vistas de página en total

28 de mayo de 2013

Amor y otras drogas.


 Lo que ana ve - revolver
Inmersa en la oscuridad de mi mente, atrapada entre los más oscuros recuerdos, palidezco de nuevo al recordar cada golpe, cada caída y cada gota de sangre que caía de mi piel. Ahora él se había convertido en una pesadilla, dejó de ser la persona que me amaba y protegía para ser la que me odiaba y me hería, la que me utilizaba para su único placer y a la que trataba como a un objeto a su disposición las 24h del día. Sudor frío recorre mi tez, palidezco a cada ruido que puedo percibir, tiemblo y juro y prejuro que no volverá a golpearme a su merced, que no volverá a poner sus sucias manos en mi. Pero me tiemblan los dientes, el pulso, siento que mi corazón ha perdido los frenos y solo le digo: "Frena un poco corazón".

Escucho otro ruido, ahora sé que está más cerca que antes, y por la forma de chocar con las cosas presiento que esta enfadado y borracho; otra vez. Ahora mismo me duelen hasta los huesos más inhóspitos, recuerdo por el dolor cada parte de mi cuerpo deshidratado y desnutrido en el que él me golpeo para que yo abriera las piernas.

No sé los días que llevo encerrada en este oscuro sótano, sin ver la luz del sol o el reflejo de la luna. Ni el tiempo que hace que no como algo que no sea un trozo de pan y un simple vaso de agua al día. No tengo fuerzas para continuar, ni para enfrentarme a esa bestia y conseguir al menos escapar. He meditado durante todas las horas que llevo aquí algún plan para escapar pero mis manos están atadas a unos grilletes y por mucho que grite es inútil, maldigo a ese infeliz y a mi pobre corazón por enamorarme de él.

Sin embargo; hay esperanza para mí, aprovechare su estado de embriaguez y haré lo que me pida para que me suelte, cuando lo haga lo ahorcaré con mis propias cadenas y huiré, lo más lejos posible, lejos de todo esto.

Se está acercando, ya está aquí, vamos allá.

Entonces, despierto de ese profundo sueño, abro los ojos y él está a mi lado, recuerdo que estoy enferma, agonizando en una cama, mi fiebre aumenta por momentos hasta alcanzar los 40º y el bebé que llevo dentro de mi se revuelve también deseando que termine toda esta locura. Él seca mi sudor con rapidez y me habla de esas lágrimas que he derramado mientras dormía, de la cara de dolor que podía ver y mientras tanto, había preparado una bolsa con lo primordial, me llevaba en volandas hacia el coche y de ahí corríamos a emergencias, solo espero que mi embarazo vaya bien.

A veces, la vida se torna complicada, pero solo tenemos que buscar la manera de solucionarlo. Hace unos días leí que si realmente algo te importa vas a encontrar la solución, si no, la excusa.
Aprovechad cualquier oportunidad para luchar, luchar por vuestros sueños, vuestros deberes, vuestra libertad y amad, pero ante todo, fijaos bien en quien es la persona a la que elegís para pasar el resto de vuestros días, que el amor no tiene edad, pero como todo, hay que saber utilizarlo.